BDSM - Bondage y Sumisión

Este artículo es un compendio de algunas consultas y comentarios que me han hecho desde que creé el blog y que, debido a su relevancia, he creído conveniente transcribirlas en forma de artículo. En algunos casos concretos he ampliado o complementado la información para una mayor comprensión de la misma.

PALABRA U OBJETO DE SEGURIDAD

El uso de una palabra u objeto de seguridad es una práctica común en el bdsm. El objetivo es que la sumisa pueda comunicar al Amo que algo no va bien y, en caso necesario, interrumpir la sesión.
Para que no haya confusiones, la palabra de seguridad no debe ser ambigua o contener un leguaje que pueda ser malinterpretado por el Amo. Se suele emplear el llamado “semáforo”, donde se usan las palabras “amarillo” y “rojo”. Por ejemplo, el “amarillo” puede significar que el Amo está cerca de traspasar los límites y que debe moderar su actuación, mientras que el rojo puede significar que algo va mal y que es conveniente interrumpir la sesión y desatar a la sumisa si procede.
Cuando la sumisa está atada y amordazada se usa el objeto de seguridad. Dicho objeto debe ser de un color vivo para que sea claramente visible por el Amo. La sumisa sostendrá en su mano el objeto y lo soltará cuando algo no vaya bien en la sesión. Al hacerlo, el Amo deberá interrumpir la sesión.
Evidentemente, esto son tan solo dos ejemplos. Es conveniente que Amo y sumisa determinen y concreten el uso de la palabra u objeto de seguridad que mejor se adapte a sus juegos.

DIFERENCIAR EL BDSM DE LA VIDA REAL

Ya he hablado alguna vez de este tema, pero nunca está de más el insistir en ello.
Practico el bdsm como Amo porque me gusta dominar a las mujeres. No me cuesta decirlo ni me pongo rojo al hacerlo. Lo repetiré de nuevo: me gusta dominar a las mujeres.
¿Es eso malo? ¿Soy un monstruo por ello? No confundamos términos. No hay nada malo en ello siempre que me ciña al ámbito bdsm. A mí me gusta dominar a una mujer... del mismo modo que a la sumisa le gusta ser dominada. Por lo tanto ambos obtenemos lo que queremos y, si ambos respetamos la regla SSC, no hay problema alguno.
Tengo muy claro que los juegos bdsm son sólo eso: juegos. Y, como todo juego, tiene un principio y un fin. Sin embargo hay gente que saca los juegos bdsm de este contexto y lo exporta a la vida real. Cuando la dominación se convierte en una obsesión y se ve en cada mujer, no a una persona, sino a una posible sumisa, entonces se tiene un grave problema. Esta gente confunde los malos tratos con el bdsm y daña la imagen de nuestro colectivo y, lo que es más importante, a las mujeres.
Puede existir, entre la gente ajena al mundo bdsm, la sensación de que es habitual en este mundo encontrarse con maltratadores. Nada más lejos de la verdad. Las comunidades bdsm suelen ser pequeñas (aunque no tanto como la gente podría imaginarse. Más de uno se llevaría una sorpresa al respecto) y, más o menos, todos nos conocemos. Así que es relativamente fácil detectar cuándo hay algo que falla. Aquéllos que usan el bdsm para camuflar su mente enferma y depravada deben saber que no tienen cabida entre nosotros. Y que cuando los encontremos, serán denunciados y excluidos de la comunidad bdsm.
La verdad es que una de las cosas que más me gustó de este mundo cuando llegué a él es el respeto y el trato exquisito que da y recibe la gente. No todos los grupos sociales pueden presumir de esto.

VÍNCULOS SENTIMENTALES ENTRE AMO Y SUMISA

¿Pueden crearse vínculos sentimentales entre Amo y sumisa? Por supuesto que sí. Nadie está libre de enamorarse de su pareja bdsm del mismo modo que nadie está libre de enamorarse de un amigo/a suyo/a o de un/a compañero/a de trabajo, etc.
En mi caso, mantengo una profunda relación de amistad con mis sumisas, pero no estoy enamorado de ellas. ¿Podría haber ocurrido? Por supuesto que sí.
A mi me encantaría que, de tener pareja, esta fuera también mi sumisa. De hecho conozco varias parejas y matrimonios bdsm. Pero claro, estas cosas no se pueden forzar.
Lo importante es remarcar que el bdsm en absoluto está reñido con el amor. Todo lo contrario, puede haber mucho amor y entrega, tanto de la sumisa hacia el Amo, como a la inversa.

COMPARTIR AMO

¿Debe la sumisa resignarse a compartir su Amo con otras sumisas? Como siempre, todo depende de cómo se plantee la relación, tal y como ocurre con la gente que no practica bdsm (caramba, que no somos bichos, raros. Somos como el resto de la gente).
Si la pareja bdsm acuerda que el Amo tenga varias sumisas, pues todo arreglado. Por el contrario, si la sumisa desea exclusividad, el Amo puede aceptar o no.
También hay que tener en cuenta la relación entre las sumisas de un mismo Amo. ¿Qué ocurre si una se pone celosa de otra? ¿O si se caen mal? Todo esto son cuestiones particulares que deben resolverse en el ámbito de la relación entre Amo y sumisa/s.

EL BDSM COMO ESTILO DE VIDA

El hecho de que nos guste practicar el bdsm, no quiere decir forzosamente que vivamos conforme a ese estilo de vida.
Sí es cierto que hay gente que lo vive más a fondo, incluso en su día a día, sobre todo si también mantienen una relación de pareja. Sin embargo, otras personas, ya sea por circunstancias personales o, simplemente, porque no le apetece, limitan su actividad a los encuentros son su pareja bdsm, fiestas, etc. ¿Significa eso que uno es mejor practicante de bdsm que otro? En absoluto. En el bdsm huimos de las etiquetas. Nadie es más o menos por hacer tal cosa o dejar de hacer tal otra. Tan sólo somos personas con una afición común.
En mi caso particular, yo puedo quedar con mis sumisas para ir al cine o tomar algo sin que pase absolutamente nada. Ante todo son mis amigas y, como ya he dicho antes, compartimos una afición común.

PERSONA BDSM VS PERSONA NO BDSM

¿Qué ocurre cuando a una persona del ámbito bdsm le gusta una persona que no pertenece a él? Una vez más, no hay ninguna diferencia entre el mundo bdsm y el mundo no bdsm. Todo depende de las personas implicadas y su forma de ser. En mi caso nunca ocultaría que me gusta el bdsm. Sería una deslealtad por mi parte. Además, el bdsm es lo suficientemente importante en mi vida como para preguntarme si podría realmente renunciar a él. Pero analicemos el tema en detalle.
Yo intentaría explicarle a la chica en qué consiste el bdsm de la misma forma que he intentado explicarlo en esta web. Puede que lo entienda y puede que no. Si no lo entiende, no quiere oír nada de ello y no me permite jugar con sumisas, desde luego tendríamos un problema. Si no quiere oír nada del bdsm, pero me permite jugar con otras personas, pues perfecto. Pero claro, soy consciente de que para ella siempre estaría latente el peligro de que me enamore de la otra persona, por lo tanto a esta solución solo se puede llegar cuando la pareja tiene un alto grado de confianza mutua y no duda del amor del otro (que conste que conozco casos de estos. O sea que, aunque raros, existen casos). Y por último está el premio gordo: que a la chica también le guste el bdsm, sea de antes de conocerme o porque lo descubra gracias a mí.
Insisto en que estamos hablando de casos particulares y que es muy difícil tipificar todas las situaciones que nos podríamos encontrar, porque cada persona es un mundo. Lo que sí que tengo claro, en cualquier caso, es que nunca le ocultaría mi afición al bdsm

IMPORTANCIA DE LA ATRACCIÓN FÍSICA EN EL BDSM

Sobre este tema de la atracción física tan sólo puedo hablar de mí, pues no sé lo que pensarán los demás, aunque supongo que habrá de todo: gente que se fija en el físico y gente que no.
En mi caso, como Amo, no me fijo en el físico.¿Qué tiene que ver el físico con la dominación? Yo creo que nada. En una sesión bdsm yo no domino un cuerpo, sino a una mujer.
Por supuesto que a mí también me gusta ver un cuerpo bonito. No soy un hipócrita ni un tonto y seguro que entre dos sumisas en igualdad de condiciones, elegiría la más guapa (repito: en igualdad de condiciones). Pero considero que en el bdsm el físico no es algo imprescindible. Cada uno tendrá sus propias prioridades en el bdsm. La mía es dominar. Lo demás es importante, pero prescindible.

RELACIONES 24/7

Ante todo, debo decir que no creo en las relaciones 24/7 entendidas como una relación bdsm en la que Amo y sumisa se pasen todo el día en sus respectivos roles. ¿Pero en qué cabeza cabe que una pareja puede estar 24 horas al día, 7 días a la semana, manteniendo el rol Amo-sumisa? Es imposible. Tarde o temprano hay que desconectar. Hay hijos, visitas, compromisos sociales... o simplemente hay que hacer la compra o elegir el color para las paredes del salón...
Lo que sí acepto es que la pareja mantenga ciertos detalles que, pasando desapercibidos para el resto de la gente, sirvan para afirmar su relación bdsm. Estos detalles pueden ser elementos de bisutería en la sumisa, tatuajes, etc. O bien, en público, la sumisa puede llevar a cabo ciertos rituales o gestos, o mantener ciertas posturas que sirvan para afirmar su papel de sumisa y complacer a su Amo sin que sea necesario que el resto de la gente se aperciba de ello.
A lo que me opongo totalmente es a ese concepto de 24/7, del cual he oído varios ejemplos reales, en el que se propugna que hay que mantener el rol Amo-sumisa a toda costa en cualquier situación. Esto provoca que el resto de personas se sientan incómodas al asistir a un espectáculo que no entienden y les resulta violento. En el bdsm no basta con respetar a la sumisa o al Amo (según corresponda). También hay que respetar a los demás.

Por cortesía de Hellcat

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