Gatita gatita


El difícil reto de la definición

Como soy de naturaleza, curioso, no puedo evitar ojear de vez en cuando las páginas de contactos. Contactos BDSM, como es lógico.

El caso es, que aunque los diseñadores de éstas páginas, hacen importantes esfuerzos por definir el tipo de amo/sumisa que se da de alta, siempre tengo la sensación de que no queda claro que pide u ofrece nadie.

(Hago un inciso, para aclarar que por comodidad, me referiré exclusivamente con los términos amo y esclava o sumisa, pero que el comentario puede leerse indistintamente como amo/a y esclavo/a.)

Y es que la cuestión no es baladí. A la dificultad de resumir en unos pocos datos, toda nuestra naturaleza, hay que añadir,

1º Que solemos ser los primeros en no conocernos.

2º La interminable e imposible discusión sobre que es un esclavo o sumiso.

Para lo primero, no creo que haya ninguna solución, para lo segundo, en realidad tampoco, pero al menos podemos hacer un pequeño intento.

Primer desafío: Sumisa Vs Esclava
Un buen comienzo podría ver que nos dice la Real Academia de la Lengua

sumiso, sa.

1. adj. Obediente, subordinado, rendido, subyugado.

esclavo, va.

1. adj. Dicho de una persona: Que carece de libertad por estar bajo el dominio de otra.

2. adj. Sometido rigurosa o fuertemente a un deber, pasión, afecto, vicio, etc., que priva de libertad. Hombre esclavo de su palabra, de la ambición, de la amistad, de la envidia.

3. adj. Rendido, obediente, enamorado.

4. m. y f. Persona alistada en alguna cofradía de esclavitud.

La definición de sumiso, es simple, pero la de esclavo merece un pequeño análisis.

En su primera acepción nos habla de “una persona: Que carece de libertad por estar bajo el dominio de otra”. Como esta definición va en contra de la tercera ley del BDSM (parezco Asimov con las tres leyes de la Robótica), la que exige que la relación BDSM sea consensuada, podríamos reescribirla como: “una persona, que temporal y voluntariamente carece de libertad por estar bajo el dominio de otra”.

La segunda definición la podemos integrar en la primera, la tercera es asimilable la de sumiso y la cuarta, muy interesante, la dejamos como está.


Ahora las definiciones, en lo que a nuestro mundo se refiere, podrían quedar así.

sumiso, sa.

1. Obediente, subordinado, rendido, subyugado.

esclavo, va.

1. Dicho de una persona sometida rigurosa o fuertemente a un deber, pasión, afecto, etc., que temporal y voluntariamente carece de libertad por estar bajo el dominio de otra.

2. m. y f. Persona alistada en alguna cofradía de esclavitud.

Así pues, podríamos decir que la sumisa, obedece a su señor, rindiéndose a él pero sin llegar a pertenecerle.

La esclava, pertenece a su señor al que no solo sirve, sino que se entrega para que libremente disponga de ella como mejor considere.

Esta “brillante” descripción, puede servir como orientación pero sigue siendo poco útil a la hora de intuir si el perfil que acabamos de ver en cualquier página, se corresponde con lo que esperamos.

Pensando un poco (tampoco hay que pasarse), en qué tipo de información podría servirme a la hora de elegir una sumisa o esclava, he preparado un modelo de cuestionario que con las correspondientes correcciones, en función de las necesidades de cada cual, podría ayudar a elegir.

La intención de este temario, no es valorar la “calidad” de la posible sumisa, sino el grado de compatibilidad entre ambos.

Ni que decir tiene, que para que este tipo de temario sea efectivo, hay que personalizarlo, agregando o quitando preguntas sobre las diferentes prácticas así como el compromiso personal o afectivo.

Por supuesto, un modelo similar realizado por las sumisas para saber si su posible amo, satisfará sus expectativas y el grado de compatibilidad, podría ser igualmente útil.

Bueno, pues esperando que esta aportación sirva de algo, solo me queda despedirme hasta otro día. Eso sí, si alguien tiene tiempo, ganas y elabora una lista más completa, que pueda servir para la mayoría de las personas, estaré encantado de publicarla para el servicio de todos/as.

(Cortería de amosyesclavas.blogspirit)

COMPORTAMIENTO, BDSM Y ENTRENAMIENTO DE LA ESCLAVA

Por control del comportamiento nos estamos refiriendo al control de las acciones del cuerpo de una esclava. A veces se asocia a emociones, a la autoestima o la imagen de sí mismo o a los pensamientos, y es guiado por ellos porque una esclava primero piensa, luego siente y finalmente actúa. Pero en el entrenamiento BEST de la esclava, por comportamiento nos referimos a las acciones sobre el cuerpo. Los movimientos, las acciones, las expresiones no sentidas o a los pensamientos que hay detrás de ellos. Esas son cubiertas en otras partes del entrenamiento BEST. Esto es porque hay cuatro secciones de BEST que deben ser consideradas en conjunto.

La sensación de desamparo ante el control ejercido por el Amo y cambiar su propio comportamiento es importante en el entrenamiento de una esclava en BDSM. Controlar el comportamiento de una esclava es la llave para desarrollar su esclavitud. La meta del entrenamiento del comportamiento es establecer la propiedad sobre el cuerpo de la esclava. La modificación del comportamiento significa cambiar las acciones del cuerpo de la esclava.

Realmente un Amo solo puede juzgar a una esclava por lo que le revelan sus cinco sentidos. No puede ver totalmente en la mente y el corazón de su esclava. Ésta es una cosa que se debe aceptar y ser honesto el Amo consigo mismo. No puede oír lo que dicen los pensamientos o sentir las emociones que una esclava siente. Puede observar solamente el comportamiento y obtener conclusiones sobre lo que él ve. Demostrar el comportamiento apropiado es la mejor manera que una esclava muestra el estado de su mente a su Amo.

El entrenamiento repetido de la disciplina es muy útil al comienzo del entrenamiento. Enseña no solamente el comportamiento del deseo de sus principales demandas sino que también ayudan a moldear su actitud.

Como conseguir una esclava

No cabe la menor duda de que el título es de lo más inadecuado, pero sirve para poder tratar un tema recurrente.

No son pocos los mensajes que recibo de aspirantes a amos, preguntando como pueden conseguir una esclava. En este mismo blog, hay algún comentario en esa línea.

La verdad es que al principio no les prestaba demasiada atención, ya que esto no es un centro de enseñanza y tampoco dispongo del tiempo suficiente, pero considerando que la consulta se repite cada poco tiempo y que aun recuerdo los difíciles momentos de mi inicio, he decidido prestarle atención al tema y hablar sobre ello.

Para empezar tendría que decir que no tengo ninguna receta mágica que nos lleve a la conquista de una sumisa, que por cierto es el primer paso. Darse cuenta de que a las sumisas, no se las consigue. No están a la venta en la tercera planta de El Corte Ingles. A las sumisas, como al resto de las mujeres, se las conquista.

Antes de seguir convendría aclarar que si tuviese la formula de la conquista segura, ya habría escrito un libro al respecto y sin duda sería un amo rico.

Ahora sí, conscientes de las limitaciones del que escribe, podemos considerar los que según mi opinión, deben ser los pasos para empezar como amo en este mundo.

Cuando nos iniciamos en este mundillo, las primeras dudas suelen ser las relativas a como se debe tratar a las posibles sumisas con las que nos encontremos. Los dos extremos más habituales son verlas como diosas inaccesibles o como piradas a las que les gusta que las maltraten.

En el primer caso, la idea de que son mujeres extraordinarias dispuestas a ofrecerse en una entrega que cuesta creer que pueda existir, hace que la duda de que existan y el miedo a equivocarse, no deje actuar. Estos amos no deberían olvidar, que ellas obtienen el mismo placer (o más), en su sumisión como el que ofrecen.

En el segundo, la idea de que les gusta ser tratadas como trapos de buenas a primeras, lleva a las típicas conversaciones de los Chat en los que algún hipotético amo se dedica a llamar puta a la sumisa en la segunda frase que le dedica y a dar ordenes a diestro y siniestro. Por desgracia al otro lado suele haber una sumisa que le corta o más a menudo una veterana que le hace creer que le obedece, al tiempo que se parte de la risa. A estos recordarles que la sumisión es una opción, no un cheque en blanco.

Entonces ¿como hay que tratar a una sumisa?

Bueno, pensemos. ¿Que contestaríamos si nos preguntasen como tratar a las ingenieros agrónomos o a las costureras? Pues que cada mujer es diferente, sin que se las pueda clasificar por razón de oficio u orientación sexual.

¿Y como se accede a ellas?, pues lo mismo. Frecuentando los mismo lugares en los que se encuentren ellas. En este caso y a falta de locales específicos el medio habitual son los foros de Internet.

Resumiendo, podremos conocer sumisas si frecuentamos los foros y participamos en ellos. Como en todo tipo de relación, leyendo y escribiendo, conoceremos a personas que comparten la misma forma de ver el BDSM, y tarde o temprano ese conocimiento virtual podrá dar paso a una relación real.

Obviamente nos hemos dejado un paso importante. Antes de todo hay que documentarse, leer mucho, tanto los blog, como los foros, comprender las diferencias, ver los mil matices de nuestro estilo de vida, definirse y después…. a encontrar esa maravillosa compañera que tanto ansiamos.

Un saludo a todos/as.

S.H.Alberto


Por cortesía de amosyesclavas.blogspirit

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Azotalas en el culo: dejaselo rojo


Milo Manara además de ser un spanko impenitente, es uno de los mejores dibujantes que existen, y su habilidad para dibujar mujeres es indiscutible. Acompaña en este caso con sus fantásticos dibujos a este texto de Jean_Pierre Enard, un escritor francés poco conocido para lectores de habla hispana. Enard ha sido una suerte de “enfant terrible” de la literatura francesa. Fallecido hace algunos años, además del título que ilustra Manara y que aca presentamos, ha escrito “Un buen escritor es un escritor muerto” y “Relatos para enrojecer a las caperucitas”, entre otras obras.
La calidad y la fama de Manara no deberían opacar al notable texto que acompañan, que bien podría convertirse en un manifiesto del “spanking erótico”, y que -de hecho- ya es un clásico de la litaratura spanka.

Se puede leer on-line desde Los Archivos de la Feria o se puede bajar de rapidshare:El arte del azote.

Post por cortesía de "La feria de los azotes"